“Deja el estrés a un lado y disfruta cada día como si fuera el último.” Qué fácil parece, ¿verdad?
Y es que todos hemos sentido alguna vez estrés, preocupación o ansiedad, pero, ¿sabrías distinguirlos entre sí? ¡Pues vamos allá! Para escenificar cada emoción vamos a verlo con un ejemplo:
Tenemos que hacer una presentación oral delante de 100 personas que nos van a evaluar. Hemos trabajado mucho para ello, pero no estamos seguros de que a nuestro público le guste, nos entran dudas, nuestra mente empieza a divagar diciendo cosas negativas. Este es el momento en el que aparece la preocupación, es decir, la preocupación ocurre en nuestra mente y, si es obsesiva, se convierte en una emoción negativa ya que puede llegar a bloquearnos.
Llega el día de la presentación, horas antes empezamos a sudar, nos entran palpitaciones y andamos de un lado para otro nerviosos por hacer “algo”. Estos síntomas son los típicos del estrés, al contrario que la preocupación, el estrés afecta al cuerpo y ocurre cuando nos sentimos inseguros o no tenemos los recursos suficientes para gestionarlo ante un factor provocador que consideramos como amenaza (en este caso, hablar en público).
Si el estrés y la preocupación persisten, es cuando aparece la ansiedad. Ésta afecta tanto al cuerpo como a la mente y ahora estos síntomas crónicos de preocupación y estrés acaban de consolidarse como ansiedad.
Como podréis observar, es fácil acabar en ansiedad si no sabemos gestionar el estrés y la preocupación, terminando en una patología más difícil de tratar.
¿Qué es el estrés y en qué afecta a mi salud? Afecciones Cardíacas por Estrés.
Resumiendo lo que hemos visto en el apartado anterior, el estrés aparece ante un factor externo que es específico, identificable y consideramos como una amenaza o peligro. En pequeñas dosis todas las emociones son positivas, son respuestas biológicas de nuestro cuerpo y es normal sentirlas, el problema es cuando se convierten en obsesión.
Desde el punto de vista fisiológico, ante una amenaza o peligro, nuestro cuerpo actúa liberando hormonas concretas como la adrenalina y el cortisol. Veamos un ejemplo de una situación de estrés aguda:
Si nos persigue un león (factor de peligro o amenaza) ¿Cómo actuaríamos? Correríamos, entonces nuestra frecuencia cardíaca se dispararía y nuestra energía aumentaría (éstos son algunos de los síntomas provocados por la adrenalina).
Volvamos ahora a nuestro ejemplo inicial de la presentación: (…)horas antes empezamos a sudar, nos entran palpitaciones y andamos de un lado para otro nerviosos por hacer “algo”.
Nuestro estrés fue tan excesivo que el día de la presentación nos bloqueó e impidió que saliéramos ante el público, por ello volvimos a casa frustrados, dándole vueltas a la situación, con pensamientos negativos en nuestra mente y cuestionándonos cuándo volverá a presentarse otra oportunidad. El hablar en público se ha convertido en un peligro real para nosotros, y nuestro estrés se ha cronificado.
A simple vista, solo apreciamos la influencia del estrés en nuestra frustración, pero el cuerpo actúa liberando cortisol (principal hormona del estrés) que puede provocar hiperglucemia, bloquear el sistema digestivo, alterar las defensas y el estado anímico.
La Garcinia MJH contiene un 60% de ácido hidroxicítrico o HCA el cual potencia su acción. Dicho elemento bloquea la producción de enzimas presentes en los procesos de creación de grasas a partir de azúcares.
El HCA actúa sobre el cortisol, hormona relacionada con el estrés. El consumo de garcinia ayuda a reducir el estrés y la sensación de ansiedad de comer
Por tanto el estrés puede afectar a nuestra salud y derivar en otras enfermedades, como las cardíacas. Cuando estamos estresados, tendemos a disminuir el estrés creando malos hábitos como fumar y beber alcohol (ya que aparentemente nos relajan) y comer alimentos procesados y poco saludables -como snacks y dulces- (porque es un modo rápido de suministrar todo ese combustible de carbohidratos que nuestro organismo necesita quemar cuando nuestra frecuencia cardíaca se dispararía y nuestra energía aumenta por el aumento de adrenalina).
Hay estudios que corroboran que el azúcar actúa disminuyendo el estrés, ya que reduce la liberación de cortisol (que se encuentra aumentado como hemos comentado anteriormente). Entonces, ¿debemos consumir azúcar ante una situación de estrés? La respuesta es un rotundo NO.
Todos estos malos hábitos pueden alterar la glucemia, la presión arterial y el colesterol entre otros afectando muy seriamente a nuestro corazón.
Síntomas y enfermedades provocadas por estrés
Concédete 10 segundos de tu vida y piensa en aquella situación que te produce estrés en tu día a día, puede ser esperar al autobús porque piensas que “hoy” se te hace tarde; puede ser hablar con tu jefe, puede ser acercarte a esa persona que te gusta y sacarle un tema de conversación, puede ser estar en un ascensor 3 minutos con alguien que invade tu espacio vital…
Visualiza esa situación que te afecta tanto emocionalmente. Y piensa que físicamente te puede producir incluso varios de estos síntomas:
Malestar estomacal
Esto puede ser debido al consumo de comidas que aparentemente nos relajan y nos satisfacen (como los dulces o los snacks) y a la disminución en la realización de ejercicio físico, ya, que cuando estamos estresados, tendemos a bloquearnos y parar nuestro movimiento. Este malestar puede llevar a trastornos intestinales como el estreñimiento o la diarrea, incluso puede llegar a desarrollarse síndrome del colon irritable.
Cansancio, tabaquismo y consumo de alcohol
Uno de los peores hábitos que adquirimos como consecuencia de nuestro estrés es el tabaquismo, que aparentemente provoca placer, pero ¡cuidado! El placer del tabaco es a muy corto plazo: puedes sentir que durante ese cigarro tu mente desconecta de tus preocupaciones y sólo se centra en la acción que estás llevando a cabo (fumar), sin embargo, te estás olvidando de la adicción a la nicotina que esto puede producir, pues tu cerebro relaciona la idea de desconexión y placer con la “ingesta” de nicotina… y no olvides, que la nicotina por si misma es un factor provocador del estrés.
Además, el consumo de cigarrillos -debido a esa sensación de placer y desinibición- nos invita a consumir más alcohol y menos verduras, pues se relaciona con situaciones o entornos en que nos es más fácil consumir de lo primero que de lo segundo. Esto provoca que nuestros hábitos alimenticios empeoren con su correspondiente repercusión en el cuerpo: que está menos activo, con peor nutrición, más cansado y fatigado.
Dolor de cabeza y tensión muscular
Estos son síntomas comúnes en personas estresadas, pudiendo aparecer incluso grandes migrañas y cefaleas o contracturas musculares. ¿Por qué aparecen? Como no sabemos afrontar y gestionar el estrés, ese peligro que nos está amenazando nos pone en alerta, esto hace que nuestras posturas sean forzadas, incluso que nuestros músculos se contraigan (esperando responder al atacante ficticio) y permanezcan así hasta que la alerta pase. Pero recuerda, no va a pasar por sí misma, pues llegados a este punto nuestro estrés está cronificado y habrá que trabajar el estrés de forma consciente.
Alteraciones del sueño
El hecho de que nuestra mente no deje de pensar y de que nuestro cuerpo esté en tensión, al llegar la noche puede producirte insomnio. Alcanzar la relajación para poder dormir es difícil de conseguir si no tenemos momentos de relajación y desconexión a lo largo del día. Por ello para las personas que sufren estrés, es muy importante practicar técnicas durante el día que ayuden a la relajación, a disminuir la tensión corporal y, sobre todo, a desconectar nuestra mente.
Taquicardia / Hipertensión
Ante un disparador de estrés agudo (como por ejemplo, perder el móvil) nuestro cuerpo reacciona aumentando las pulsaciones ante tal estado de nerviosismo. Cuando el estrés se convierte en algo crónico, puede producirse hipertensión arterial, debido a las hormonas que se están liberando en nuestro cuerpo y a los malos hábitos que estamos adquiriendo.
Sarpullidos
Esto es debido a la ansiedad que, tal y como te había comentado, es la culminación entre el estrés y la preocupación, afecta tanto a nuestro cuerpo como a nuestra mente y puede ser un problema grave de salud pues provoca trastornos en todo el organismo.
Alteración en el estado anímico
La ansiedad y las alteraciones emocionales suelen ir de la mano, ¿por qué? porque comparten hormonas que se liberan en nuestro organismo. La serotonina, también conocida como hormona de la felicidad, es responsable de que estemos alegres y relajados. En una situación de estrés ésta disminuye, y si se alarga en el tiempo, el estado de tristeza constante y el aislamiento social que conlleva, puede provocar una depresión grave.
¿Cómo puedo manejar el estrés y calmar mi ansiedad?
Si prestamos atención a las definiciones anteriormente descritas, para poder gestionar el estrés y la ansiedad tenemos que actuar tanto sobre nuestro cuerpo como sobre nuestra mente (ya que son dos grandes factores que se alteran).
Lo primero de todo es abandonar esos malos hábitos que has adquirido ante la situación que te perturba, y aprender nuevos, pues es un hecho que no te ayudan a enfrentarte a ella.
Necesitas abrir tu mente, fluir y dejarte llevar para dar paso a nuevos conocimientos. No te encierres en el estrés, dale una oportunidad a nuevas técnicas y pruébate. Sobre todo conócete a ti mismo y aprenderás por qué esa situación representa para tí un peligro. Alguna de ellas son:
YOGA
Para los que estamos acostumbrados al cardio y a correr, el yoga nos puede sonar un poco a risa, pero es una disciplina que trabaja tanto cuerpo, como mente y respiración. Puede que si no estás acostumbrado, la primera vez te sientas ridículo y pienses que no estás haciendo ejercicio, pero, ¡dale una oportunidad! Con el tiempo verás que tienes tus músculos más tonificados, has aprendido cosas que no sabías y, lo más importante, te ha ayudado a aprender a respirar, reconectar tu mente de forma consciente con las sensaciones de tu cuerpo y de este modo reducirás el estrés, pues podrás llegar aprender a identificar y controlar tus sensaciones físicas a lo largo del día.
MEDITACIÓN
A priori cuando hablamos de meditación pensamos en yoguis y monjes de la antigüedad, pero, como podéis observar, cada día se escucha más esta palabra. Al igual que cuidamos nuestro cuerpo haciendo ejercicio físico, tenemos que cuidar la mente a través de la meditación. Nuestra mente no descansa y llega un momento en que si no la cuidamos nos domina (que es lo que ocurre con el estrés y la ansiedad). Una vez más, aunque nunca hubieses pensado practicar esta técnica, fluye y prueba, con constancia y paciencia tu salud lo agradecerá, pues todo lo que aprendas podrás aplicarlo a lo largo del tiempo.
EJERCICIO FÍSICO
El ejercicio físico aumenta la liberación de endorfinas (hormonas que nos producen placer), por lo que practicar actividad física a diario mejorará nuestro estado anímico y disminuirá nuestro estrés.
DEJAR LOS MALOS HÁBITOS
Como hemos visto anteriormente, fumar, beber y comer productos poco saludables son un hándicap para nuestro estrés. Su consumo puede suponer un alivio a corto plazo, así que te recomiendo que no lo pienses más, ponte en marcha y déjalos a un lado para enfocarte en crear nuevos hábitos que te reporten mayores beneficios. Tu salud está en juego.
HACER ACTIVIDADES AGRADABLES
“Me encanta leer, pero no tengo tiempo.” ¡Cambia esa frase! Reserva en la agenda un hueco todos los días para dedicártelo a ti mismo, ya sea en el baño, los 5 primeros minutos tras darle al botón de la lavadora, apaga la tele mientras te haces el café… Si consigues unir dos cosas que te hagan disfrutar ¡Será un doble placer!
¿Es conveniente acudir al psicólogo?
Estamos acostumbrados a que nuestra mente nos domine, nunca le hemos dado prioridad ni importancia a su cuidado. La función de la mente es dar órdenes al resto del organismo, tal vez necesita una puesta a punto de vez en cuando, así que no dudes nunca en acudir a un psicólogo si tú sol@ no puedes encontrar el camino hacia lo que te hace feliz y te ofrece una vida saludable.
Deja de ser una marioneta de tu mente estresada, corta esas cuerdas que te atan a repetir una y otra vez emociones negativas. El psicólogo te apoyará en el camino y te proporcionará los recursos necesarios para que seas tú el que maneje las riendas y controles tus emociones y pensamientos.
Alimentación contra el estrés
El estrés puede afectar de varias maneras en nuestra alimentación, por una parte, hay personas que necesitan comer compulsivamente, por lo que aumentan la ingesta de alimentos con muchas calorías porque no se sienten saciados. Por otro lado, hay personas que se les forma un nudo en el estómago, y la ingesta de alimentos disminuye.
La alimentación es el combustible de nuestro cuerpo ¿Qué podemos hacer?
Si eres de los primeros, saca de tu cocina los dulces y los alimentos hipercalóricos, necesitamos ir al súper y cambiar el modus operandi y, si eres de los segundos, intenta deshacer ese nudo del estómago con algunas de las técnicas que te he propuesto anteriormente y por supuesto apóyate en una alimentación saludable.
Si necesitas ayuda, no estás sol@, recuerda que la mayor parte de las personas que acuden a nuestro servicio de dietas no lo hacen porque se sientan bien, sino porque necesitan tener a alguien que les guíe y les acompañe durante el proceso de renovación de sus hábitos alimenticios y así les sea más fácil marcarse unos objetivos que mejorarán su salud y, por supuesto, conseguirlos.
Si deseas una primera cita con la Doctora Maria José Hidalgo, farmacéutica y experta en dietética y nutrición contáctanos haciendo click aquí.
Además en nuestra despensa no puede faltar:
Frutas:
Sobre todo aquellas ricas en vitamina C (como las naranjas). Además de reforzar esta vitamina que está disminuida en situaciones de estrés, ayudaremos a nuestro sistema inmune incrementando las defensas de forma natural.
Verduras:
Nos proporcionarán muchos minerales. En este caso nos interesa sobre todo aquellas ricas en calcio ¿sabías que las verduras de hoja verde contienen gran cantidad de este mineral? ¡toma nota!
Pescado Azul:
Cuando hablamos de pescado azul sin duda hablamos de omega 3. Éste nos ayudará a controlar los niveles de colesterol (que como hemos visto se pueden alterar en situaciones de estrés) además de mejorar nuestra memoria entre otros muchos beneficios.
Frutas:
Sobre todo aquellas ricas en vitamina C (como las naranjas). Además de reforzar esta vitamina que está disminuida en situaciones de estrés, ayudaremos a nuestro sistema inmune incrementando las defensas de forma natural.
Legumbres:
Las legumbres son ricas en fibra, pero también en vitaminas y minerales. Un ejemplo de ello son las lentejas, con gran cantidad de magnesio, un mineral que está disminuido en el estrés.
¿Y qué hacemos con los dulces?
En este apartado vamos a profundizar un poco más. La serotonina u hormona de la felicidad, tiene un precursor llamado triptófano que podemos encontrar en alimentos como el chocolate. Visto así, me diréis que el mejor remedio contra el estrés y la ansiedad está en el dulce, pero recordad que los alimentos más dulces nos provocarán un placer momentáneo y tendrán efectos negativos a largo plazo.
Los mejores suplementos contra el estrés
Y recuerda que es importante tomar suplementos alimenticios cuando nuestra dieta habitual carece de ciertos aminoacidos, vitaminas… que nuestro sistema necesita diariamente.
- El triptófano es nuestro aliado perfecto en situaciones de estrés. En farmacias Hidalgo lo podemos encontrar con magnesio y vitaminas del grupo B, donde además de mejorar nuestro estado anímico, es indispensable para el funcionamiento cerebral y tener una buena concentración: TRIPTÓFANO MARIA JOSE HIDALGO
- Valeriana y otras plantas relajantes. Hay veces que por nosotros mismos no conseguimos deshacer el nudo del estómago, es en este caso cuando es necesario recurrir a suplementos nutricionales. Podemos encontrarlos en comprimidos o en gotas, para todas las edades y para todos los gustos, aquí tienes nuestras dos formulaciones favoritas: SEDORELAX MJ HIDALGO y VALEROCOMPLEX MJ HIDALGO
- Magnesio: en el estrés nos solemos sentir cansados y fatigados porque el magnesio disminuye. Si este es tu caso, no dudes en tomarlo: MAGNESIUM MARIA JOSE HIDALGO
- Vitaminas del grupo B: estas vitaminas, además de ser esenciales para activar nuestro cerebro, alivian los dolores musculares, síntoma típico del estrés: B ULTRA COMPRIMIDOS MJ HIDALGO
Sólo me queda desearte que te rodees de grandes profesionales que te ayuden a lograr el control de tu estrés y que tus logros se mantengan estables en el tiempo.
Por supuesto, te recomiendo que comiences por poner en práctica todo lo aprendido en este artículo acerca del miedo, la preocupación, el estrés y la ansiedad y las patologías y enfermedades que provocan en largos períodos. Cambia tu alimentación y ayúdate con un suplemento si es necesario, pero sobre todo ¡RECUERDA! No dejes que tu mente te domine.
¡¡Que tengas un feliz día!!